Gracias por decidirte a adoptar y además de hacerlo de un perro de raza nórdica.

Los nórdicos son una de las razas de perros mas hermosa. Acostúmbrate a ir paseando y que la gente se pare a decirte: qué bonito, es como un lobo, puedo tocarle,...
Su apariencia de lobo, y su gruesos y suave pelaje los hacen infinitamente tierno. Con ojos penetrantes y maravillosas máscaras faciales que les dan un aspecto pícaro y único.

Los nórdicos son muy buenas mascotas familiares, son conocidos por su amabilidad con las personas. Sin embargo, muchos dueños, sobre todo los primerizos que no se han informado previamente, tienen problemas con estas razas, y muchos nórdicos son abandonados o entregados a perreras o centros cada año.

Los nórdicos son muy especiales y adorables para muchos, pero no son adecuados para todos, infórmate bien sobre ellos antes de adquirir un nórdico. Nunca se los conoce hasta que no lo tienes en casa, pero al menos sabes lo que te espera.

Pelaje

Muchos te dirán que son bolas de pelo y así es, el pelo es algo de lo que no podrás olvidarte. Aunque esté un mes el perro fuera de casa, siempre habrá pelos en casa y en tu ropa.
Acostúmbrate que el pelo de tu perro esté por toda la casa: suelos, alfombras, ropa, muebles, en todas partes.

Es muy importante acostumbrar a tu nórdico desde el primer día a sesiones de cepillado y aseo, es vital para su salud.

No son perros guardianes

Como la gente cree que proviene del lobo se creen que son igual de feroces, para nada es así. Los nórdicos son unos perros muy amigables y poco fieros.

Si un nórdico se encuentra con un extraño, ya sea en su casa o en la calle, se acercará curiosamente e incluso le chupará o dará con la cabeza para que le de una chuche o comida. Por ello, los nórdicos no son muy buenos perros guardianes. Si queremos un perro que solo nos sea leal a nosotros y a nuestra familia, entonces un nórdico no es para nosotros.

Esto no significa que un nórdico nunca será agresivo con las personas. Su comportamiento está determinado tanto por la genética, como por el entrenamiento, la socialización, el contexto y las experiencias pasadas. Un perro puede volverse agresivo como resultado de una capacitación inadecuada, malas experiencias sociales, socialización insuficiente y otros traumas vividos.

Por razones de seguridad, es importante asegurarse de que nuestros perros de compañía no sean agresivos. La mayoría de los perros de compañía de hoy nos protegen, haciendo sonar una alerta cuando personas desconocidas o extrañas se acercan a nuestra casa, pero esto no significa que sean agresivos.
Por norma general no ladran, se lanzan ni gruñen a los transeúntes durante las caminatas. No son agresivos con los visitantes o extraños.

Mucha energía

Son perros inteligentes, atléticos, y que fueron criados para tirar de trineos durante distancias extremadamente largas, en el frío glacial. Por lo tanto, prepárate para proporcionarle mucho ejercicio mental y físico. Ambos son importantes.

Un nórdico joven necesita actividad casi todo el día. Si tiene alrededor de un año, duerme unas 3 o 4 horas durante el día y unas 10 horas durante la noche. Eso deja alrededor de 10 horas durante el día en que está en continuo movimiento.

Si se aburre puede volverse infeliz y, posteriormente un problema. Probablemente escapará, o usará nuestra casa y nuestras cosas como juguetes masticables. Si un nórdico quiere escaparse lo hará, aunque creamos que nuestro jardín es el más seguro pueden saltar hasta 2m de valla, encontrarán un agujero que ni sabíamos que existía o cavarán para salir por debajo. Por ello lo mejor es agotarles, tanto mental como físicamente, para que no tengan ideas malvadas.

Es posible que un nórdico pueda mantenerse ocupado si tenemos otros perros, ¡pero también puede llevar a toda nuestra manada a hacer travesuras!

Son independientes

Si queremos un perro obediente que solo vive para complacernos, darnos la patita, sentarse cuando se lo decimos, entonces un nórdico no es para nosotros. Tienen una mente y un espíritu muy independientes, y solo se desempeñarán si hacemos que valga la pena.

Para vivir bien con un nórdico, debemos educarles de forma firme. Necesitamos hacer cumplir consistentemente las reglas de nuestra casa, o él se hará cargo de la casa. La mejor forma de entrenar a un nórdico es con una educación en positivo. Tendrás que encontrar algo a lo que no se pueda resistir porque como decimos, ellos piensan por sí mismos y se plantearán si les merece la pena hacerte caso.